lunes, 31 de mayo de 2010

Till the Hospital...

Parece que los únicos momentos en los que nos paramos a pensar lo que hacemos, decimos o pensamos son aquellos en los que las cosas no nos salen muy bien, o no como esperábamos al menos. Sino somos producto de la inercia, que sin querer nos cautiva, nos atrapa.

El titular de ayer de La vanguardia, me hizo reflexionar acerca de la inerte inercia que nos caracteriza y es que hemos tenido que llegar a límites insospechados, para volvernos conservadores y pensar en progresar haciendo las cosas bien.

Ahora que todo se ve negro, las estimaciones declaran que unas elecciones anticipadas le darían una clara victoria, a la actual oposición.
Y no es que precisamente converja con todas y cada una de sus políticas, pero reconozco que como estamos no vamos a ninguna parte.

Hoy he tenido la suerte de realizar la trepidante ruta, Hacienda- Tesorería- INEM. Reconozco que me he sulfurado en más de una ocasión pero si algo he salido, es frustrada por ver como el sistema y las autoridades que lo plantean, no hacen más que ponerte tr
abas. Es como si nos tiráramos piedras sobre nuestro propio tejado, como si no quisieramos avanzar.

Y la verdad es que hoy me apetecía enviarlo todo a tomar viento por no decir por saco, abandonar, ahorrar tres sueldos y exiliarme en Bali, por ejemplo y dejarme llevar por el viento, y la sal, y dejar de pensar.
Por suerte la vida no se mueve por “apetecimientos” si no por compromisos, compromisos con uno mismo con la vida con la felicidad.

Y no, no es fácil la lucha contra la cruel jungla de asfalto, que nunca desvanece sus esfuerzos en obligarte a hacer cosas que no harías por ti mismo, curioso es que esta conducta el código civil la tipifique como intimidación; nosotros preferimos llamarla capitalismo, je!, si capitalismo para los amigos y así nos quedamos tan frescos, más tranquilos.

En fin.

Cada vez que llega un Jamón a casa, que por suerte suele ser bastante a menudo, mi sobrina y yo nos pasamos 2 días destrozándolo, incluso nos peleamos por lo que hemos denominado "el tobillo" je... la verdad es que nos vuelve locas, el tercer día, se desvance la emoción y las peleas salvajes cuchillos jamoneros en mano van suavizandose, para entonces ya nos hemos empachado y lo dejamos para que el resto de la familia lo disfrute, o lo destruya o haga lo que les apetezca, dejamos de comer jamón porque nos hastiamos y no queremos volver a verlo en mucho, mucho tiempo, vaya hasta que llega el próximo, ni a olerlo porque incluso el olor, nos produce una sensación de "empalagosamiento" bastante delirante.

Vale, puede que parezca absurdo, pero el caso es que creo que me he empachado de tanto pensarte, de tanto esperarte y… por ahora me he levantado y me he ido, por ahora prefiero no olerte, ni verte durante un tiempecillo… no sé si volveré, pero si vuelvo será única y exclusivamente porque tú lleves mucho, mucho tiempo esperándome y te lo hayas currado, mucho digo muchisimo.

Dudo que tenga que recordarte que los partidos de tenis, se juegan de dos en dos como mínimo, yo parece que he estado jugando a pádel en solitario y mira que se me da mal.

Bah! Hoy, me apetece llorar y no lo hago por respeto… aunque no estoy muy segura si es mayor respeto que me dejen llorar cuando lo necesito, o no llorar por no molestar.

A veces la gente solo necesita llorar y que nadie pregunte nada, solo ser transparente, o quizá solo ser.


En fin.


Y como siempre, suena el que siempre me acompaña, hasta la muerte, solo y acompañado, pero siempre en acústico mejor claro.

http://www.youtube.com/watch?v=isn2TeKRZ9k

http://www.youtube.com/watch#!v=d_n3JHqLUGo&feature=related

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