viernes, 9 de abril de 2010

miconfianza



Un frío sudor empieza a subir por los pies, el cuerpo se queda erguido y todos los sentidos se elevan a puntos que se creían inexistentes, el estomago se hace un nudo, y llegados a este punto generalmente se ha dejado de pensar con claridad, los humanos así como los animales son capaces de hacer verdaderas locuras, ante este diagnostico.
Y es que estos, solo son los primeros síntomas del miedo.
La rae; lo define, como el recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.
Y a pesar de su legitimidad en las especies, por miedo, actuamos de manera que en ocasiones simplemente provocamos que suceda es "algo" contrario a lo que deseábamos.


Por el miedo, por la cobardía, el mundo se para, se queda estático, deja de evolucionar, la gente se esclaviza a sus “tantras”, las familias se destrozan, por miedo se mata, y por miedo en ocasiones no se ama, y he aquí la cuestión; es que el verdadero problema, no es el miedo, si no la falta de confianza.


La rae, define la confianza como la esperanza firme que se tiene de alguien o algo, la Seguridad que alguien tiene en sí mismo, el ánimo, aliento y vigor para obrar.


Y es que llegar a confiar, en lo que sea, es un proceso que requiere tiempo; algo que la mayoría no estamos dispuestos a dar, requiere interés, pero sobretodo, requiere riesgo... la confianza es sin duda aquello que cuesta más construir y menos demoler, de hecho es curioso, como la destrucción, la devastación puede ser y de hecho en la mayoría de ocasiones es instantánea, mientras que la construcción requiere de un proceso generalmente largo de un esfuerzo y de una preparación.
El miedo va de la mano, del egoísmo y del dolor.
Y el caso es que la confianza, generalmente provoca, cariño ternura, crecimiento y amor...
La biblia, afirma que el verdadero amor, echa fuera el temor, el miedo; y es que el amor, y el miedo son antagónicos, aunque en ocasiones queramos creernos lo contrario. Y en nuestro intento de proteger nuestros sueños, muchas veces no hacemos más que alejarnos de ellos.
Dicen que la libertad, no es hacer aquello, que te apetece, si no hacer aquello que te acerca a tus sueños en vez de alejarte de ellos.

Así que si he llegado hasta aquí, no voy a rendirme, entre otras cosas, porque no quiero volver a saber lo que es el miedo.

Aquí les dejo con la frase de un gran filósofo alemán; no sin antes recordarles, que el derecho es derecho, porque asegura, una confianza.

“Dignidad es el derecho de caminar erguido”

Buenas noches.


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