la palabra expatriado para mí nunca había cobrado ningún tipo de sentido, en todo caso lo cobraba cuando oía conversaciones de mayores acerca de los expatriados por la guerra, por el hambre... los expatriados, eran un tema tan lejano como ajeno que dudo que mi mente se hubiese podido imaginar jamás que adquiriría algún significado más subjetivo, más que nada porque son cosas en las que no piensas.
No las piensas hasta que te encuentras el Paseo de Gracia de Barcelona tomado por los piqueteros, que sin ningún tipo de escrúpulos revindican argumentos que van incluso en contra de sus propios intereses... cuando observo que mis compatriotas buscan cualquier tipo de excusa para holgazanear, insultando a los que todos los días nos peleamos con uñas y dientes con la jungla de asfalto que nos rodea.
Cobra sentido el concepto de expatriación cuando energúmenos como el Sr. La Porta o la Sra. (por llamarla de alguna manera) Belén Esteban hacen declaraciones en las que ponen de manifiesto sus intereses por entrar en la política, cuando las estadísticas demuestran que los programas basura que absorben las franjas horarias de más audiencia son los de más alto contenido intelectual. Sí; es entonces cuando, señores la palabra expatriado cobra sentido.
Todavía no sé hacia donde me llevará el destino, hacia donde me guiarán mis pasos ya lo decían caminante no hay camino, se hace camino al andar.
Sea donde fuere me temo que lejos de aquí.
Donde quiera que me lleven solo espero que me acerquen a ti.
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