Le ha vuelto a pasar, ha vuelto a caer la lágrima intrusa del no poder. Creo que la llaman frustración o quizá la confunde con el pavor de no tenerle nunca, el de no tenerle para siempre.
Y cada día la despierta el amargo grito de su subsconsciente cuando se da cuenta que hay que despertar del sueño, porque la vida sigue.
Nadie le contó como dolía enamorarse, como dolia sentir... como dolía sentir la agonía de la espera; y hoy le ha vuelto a pasar y sigue sin entender porque nadie tuvo el valor de advertirselo.
Dicen que vivimos respirando pero que los momentos por los que valen la pena vivir son aquellos que te quitan la respiración.
Su presencia le quita hipo, le nubla la mente, su existencia simplemente la atormenta, porque desde que apareció una nublada tarde todo le recuerda a él, a él y a su maldita motocicleta, y cada vez que piensa que ha logrado superarlo, reaparece como por arte de magía.
Ha decidido aprender a vivir con la idea de que no podrá conseguirlo ha decidido aniquilar la ilusión y mirar hacia otro lado, porque se le han secado las lágrimas, y no quiere fabricar mas.
Sueña con volver a sentirse invencible, sueña con volver a volar, y por eso ha reservado un vuelo de ida a las antipodas, donde alberga la esperanza de esconderse con el sol en el horizonte de un claro atardecer para no despertarse jamás.
el desamor es una mierda. Una mierda que se vuelve más y más grande cuando nos damos cuenta de que está ahí, jodiendo; y que acaba ahogándonos, destruyéndonos. Huir, normalmente, es la mejor opción..
ResponderEliminarAunque siempre puedes abrir la ventana y respirar aire fresco. Luego, cuando mires otra vez al caos de esa habitación, puede que te plantees si vale la pena seguir con todo eso. O puede que no.
Un besazo, me ha gustado tu blog. No sabía que escribieses, chica-de-clase-con-la-que-apenas-he-hablado-pero-me-parece-muy-maja.
Víctor.
actualiza, vicks!
ResponderEliminarbueno... la frase vendría a ser algo como...
ResponderEliminarCORRE FOREST!