viernes, 6 de agosto de 2010

si tu supieras, y yo te contará...

Mi teoría de la decadencia queda probada...
El otro día encontré en un bolsillo, algo que escribí en el 2002, para entonces yo solo tenía unos escasos, y bien labrados 16 años... para entonces, era tan sublime, que hoy no podría superarlo aunque quisiera, jugaba con las palabras hasta hacerlas ensordecer por su significado, será porque para entonces sentíamos de verdad, y por eso, quizá era tan fácil simplemente explotar.

ahí una pincelada;


Comprendiendo, buscando el equilibrio, entre mi tumulto y tu silencio, en el margen de tu energía y mi debilidad; y por fin te encuentro en medio de la perfección de lo natural, de lo bello, de lo no descubierto, de la parte virgen que emerge de todos y se esfuma a medida que tus ojos se encuentran con los míos.

Perfección; símbolo concluyente, indescriptible que baila en el silencio, jugando con las visiones de la susceptibilidad tan fugaces como el viento; donde me sucumbe el instinto de tu alma perdida, donde encuentro el descanso absoluto, donde veo pasar la vida sin ver transcurrir los minutos ni las semanas. A tu lado. Que contagiaste mis ilusiones enseñando a mis sueños a disfrutar, a reírse de las lágrimas, a saltar, a no parar hasta llegar.

Victoria, 26-03-02



En realidad, no sé porque comparto este texto que para pocos cobrará sentido. Supongo que me conmueve la nostalgia de ver que alguna vez, vibrábamos al mirarnos, me conmueve recordar que alguna vez también estuvimos vivos.


No es que hoy este pastelosa, hoy simplemente me siento transparente.


Suenan dos grandes...

Nacho Vegas & Christina Rosenvinge – Me he perdido

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