Ahora de repente ve la luz al final del túnel... y le entra el pánico, supongo que es esa misma sensación de estar cerca de que te llegue el turno para tirarte del paracaídas al vacío... que aún impaciente, es arrolladoramente escalofriante.
Ella, había decidido odiarlo, olvidarlo, auto convencerse de que no le convenía, que no podía ser… y cuando su plan parecía empezar a funcionar, Él, volvió a reinvetarse… y ahora ella, no deja de preguntarse incrédula, si realmente podría llegar a ser cierto…
Prometo trabajar en el diagnóstico que me obliga a publicar textos trastocados para tratarlo lo antes posible, y volver a ser legible.
Odio empecinarme con lo que no puedo tener, odio levantar estándares que no puedo alcanzar, pero lo que mas odio, es darme cuenta de que en parte son parte de mi esencia, y de que sin ellos seria incapaz de seguir luchando de que son el motor de mi vida y debe de ser por eso, y por nada mas que de tanto en cuando me siento a pensar y a imaginar como sería todo si de hecho lo consiguiera.
Eso en el fondo es un poco lo que nos pasa a los españoles en cierta manera cuando asomamos nuestras distinguidas narices en las casas ajenas y sus economías, y pensamos por un segundo que lograremos llegar a su evolucionado status y empecinados adoptamos sus costumbres, sin ningún tipo de criterio, una vez mas generando riquezas fuera, por supuesto, porque no nos engañemos, importar es algo que a los españoles, se nos da sobradamente bien, aunque eso si solo importamos todo aquello sin valor intrínseco re percutiente en la sociedad claro; y si que no se lo pregunten a Apple por ejemplo, ahora bien en cuanto hablamos de políticas económicas, sociales...o incluso personales, entonces de repente nos volvemos innovadores y centralistas, y así nos va... que no hacemos más que caernos, esperemos, que al menos sea la caída la fuerza que nos impulse a levantarnos. Que las pruebas nos hacen mas fuertes, no es ningún secreto, y la frase de que lo que escuece cura, aun resuena en nuestras mentes, cada vez que nos lavamos una herida, evocando aquellos tiempos en que nuestra abuela, con cuidado nos secaba las lagrimas mientras rascaba con jabón las rascadas cada vez que nos caíamos de la bici... y nos repetía una y otra vez, que para aprender era vital el caerse.
A veces el único peligro de haber caído muy bajo es olvidar que la lucha lleva a la victoria, y dejar de ver la luz al final del túnel, desanimarse y rendirse; Otras el mayor peligro es olvidarse que aun resistir a veces es vencer...
Ahora ya no importa cuando nos incorporemos, lo que importa supongo es a estas alturas que lo hagamos seguros y poco a poco, para no seguir tropezando sobre la misma piedra... que aprendamos de nuestros errores, para que el proceso no
haya sido también un arduo error.
No sé siconocerte fue un tropiezo, pero que sigas invadiendo mi mente, y mi existencia esta claro que si lo es. No me rindo, simplemente te excluyo, aprendo a incorporarme, no me convienes… así que no vuelvas, no quiero oír tu nombre más, deja que las millas que nos separan escuezan!, por si no te lo dijo tu abuela, lo que escuece cura, y mi costra esta a punto de caerse así que dejame odiarte tranquila, para que entre nosotros, solo haya un paso, y corto el del amor al odio.